Estimados padres,
El CEIP Josep Tarradellas fue diseñado, concebido y construido como un centro de línea 3 en el que los alumnos podrían cursar desde el primer curso del segundo ciclo de infantil hasta 6º de primaria. El centro se planificó, tal y como muestran los planos iniciales, con capacidad para 9 aulas de infantil y 18 aulas de primaria y contaba con las instalaciones establecidas en Real Decreto 132/2010, de 12 de febrero, por el que se establecen los requisitos mínimos de los centros que impartan las enseñanzas del segundo ciclo de la educación infantil, la educación primaria y la educación secundaria.
Para explicar la situación actual de ocupación y/o masificación del CEIP Josep Tarradellas debemos remontarnos al curso 2011/2012.
CURSO
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AULAS OFERTADAS
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AULAS QUE INCUMPLÍAN EL RD 132/2010
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2011/2012
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4
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1
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2012/2013
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5
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3
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2013/2014
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6
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6
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2014/2015
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5+3
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10
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2015/2016
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4
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6
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El cuadro pone de manifiesto como, de manera sistemática, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha venido ofertando más unidades de primer curso del segundo ciclo de infantil (3 años) para nuestro colegio. Para el próximo curso 2016/2017 la Consejería de Educación ha ofertado de nuevo 4 aulas para primer curso de infantil (3 años), y todavía queda un curso más hasta que los mayores del colegio lleguen a sexto de primaria, por lo que el año que viene por estas fechas nos volveremos a encontrar con este problema cuando se oferten las plazas para el curso 2017/2018, pero con el matiz de que será materialmente imposible albergar más aulas. No se podrá prescindir de más espacios para acomodar a los nuevos niños de 3 años que se matriculen en el colegio, a no ser que los mayores salgan de centro y sean ubicados en otro colegio del barrio en el que haya espacio libre. La Dirección del Área Territorial nos ha transmitido en varias ocasiones que descarta esta posibilidad pero, teniendo en cuenta los repetidos incumplimientos de compromisos por parte de la Sra. Belén Aldea, Directora del Área Territorial, no nos queda otra opción que contemplar esta opción como algo a evitar.
Llegados a este punto, el AMPA ha trasladado a la Dirección del centro (como ha venido realizando año tras año) nuestra preocupación por la situación en la que va a quedar el colegio, habida cuenta de que actualmente se supera ampliamente la previsión inicial de alumnos para el centro a máxima capacidad (y solo estamos ocupados hasta 4º de primaria), y nuestro rechazo a la pérdida de cualquier espacio común. A día de hoy la dirección del centro sostiene que nadie les ha comunicado cómo piensan adaptar el colegio para que entren las cuatro nuevas clases, aunque se da por hecho que habrá que realizar más obras que supongan de nuevo la pérdida de más espacios comunes.
No nos parece admisible que la Consejería ofrezca como única solución la realización de obras en el centro que vuelvan a implicar la eliminación de espacios de uso común como aulas de informática, sala de psicomotricidad, sala de música, salas de desdoble o disminución del tamaño actual de las aulas. Durante todos estos años, la Consejería ha basado sus decisiones en la necesidad de escolarización de los niños, y es obvio que desde el AMPA defendemos el derecho de todos los menores a estar escolarizados en un centro público de enseñanza, pero no a cualquier precio. Defendemos una educación pública de calidad, donde los pequeños dispongan de espacios adaptados a su edad, donde los profesores puedan desarrollar su trabajo en condiciones y rechazamos que los Centros se conviertan en meros aularios donde lo importante sea que los niños tengan un pupitre y una mesa, pero se desatienda el resto de necesidades educativas. Lo defendemos para los alumnos de nuestro colegio y para los de los demás centros.
Durante los últimos años algunas aulas de infantil no han contado ni con baños integrados ni con mobiliario adaptado a la etapa de infantil, contraviniendo la ley vigente, y en muchos casos se ha incumplido la obligación de disponer de al menos 2 metros cuadrados por alumno. Los pequeños de 4 y 5 años se han visto obligados a desplazarse a baños situados en pasillos fuera de sus aulas. Han tenido que acudir día tras día a baños saturados, sucios, muchas veces sin papel y sin las debidas condiciones de higiene puesto que estaban siendo usados por más niños de los que correspondía y, sobre todo, de edades no adecuadas para esas instalaciones.
Los problemas que acarrea la masificación en las aulas de infantil son obvios, pero no menos importantes son las consecuencias que tiene para los alumnos de primaria. El próximo curso el centro va a contar con 21 aulas de primaria (3 más de lo previsto en el proyecto inicial) y en la actualidad existen únicamente dos aulas de informática para todo el alumnado. De prescindir de una de ellas, quedarían menos de 30 puestos de informática para más de 550 alumnos. En el caso de las aulas de desdoble, su ausencia conlleva que en nuestro colegio no se esté ofreciendo el refuerzo educativo que muchos alumnos precisan en condiciones óptimas. En la actualidad, los profesores deben buscar aulas libres, espacios en las aulas de informática o en la propia sala de profesores para ofrecer el apoyo a los niños que lo necesitan. Además, y debido al número de aulas de primaria que existen en la actualidad, no todos los cursos pueden dar clase de educación física en el pabellón por lo que hay grupos que dan la clase de manera sistemática en la sala de usos múltiples, que no se encuentra suficientemente acondicionada para tal fin.
Queremos dejar claro que la Dirección del centro nos tendrá de su lado en todo momento. No es esta una protesta contra el equipo directivo, sino contra la falta de previsión por parte de la Consejería de la Comunidad de Madrid que pretende acabar con un proyecto educativo puesto en marcha desde hace casi siete años, del que nos sentimos orgullosos y que sigue adelante gracias al esfuerzo de todos. Por ello, para que puedan seguir trabajando con todos los recursos necesarios, les brindamos todo nuestro apoyo y os animamos a participar en esta protesta.
Porque queremos un colegio de calidad para nuestros hijos.
Porque son lo más importante para nosotros y merecen las mejores oportunidades que podamos brindarles.
Porque no vale de nada arrepentirse después.
